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Sin Hollín

Deshollinadores en Guadalajara y Madrid

Instalación Chimeneas
Limpieza y reparación de Chimeneas, Estufas y Calderas
¿Qué es el hollín?

¿Cada cuánto tiempo hay que deshollinar una chimenea?

Realmente es más una cuestión de seguridad y consumo que de fechas, porque una chimenea sucia, aparte de revocar humo y consumir en exceso, se puede incendiar.

La normativa española obliga a revisarlas cada temporada y llevar un registro puntual de su mantenimiento (ver normas RITE).


Ventajas de hacer una limpieza periódica de la chimenea:

  - prevenir incendios (el hollín y la creosota arden fácilmente)

  - evitar intoxicaciones (por revocar humo y gases nocivos)

  - mejorar el consumo (conseguir más calor con menos leña)

  - los daños por incendio los paga el seguro (si tienes factura)


Señales que aconsejan deshollinar la chimenea o caldera:

  - El cristal se mancha mucho, muy pronto y se limpia mal.

  - El humo revoca mucho al encender y al abrir la puerta.

  - Al abrir la puerta asoman llamas y se aviva mucho el fuego.

  - Huele a humo en la planta de arriba pero no se le ve.

  - Notamos un olor fuerte y desagradable que no parece ser humo.

  - Hemos usado leña verde o mojada (Leer Acerca de la leña).

  - Sospechamos o sabemos que se ha incendiado la chimenea.

  - Por el tubo caen cáscaras negras secas o bolas brillantes.

  - Calienta menos y es necesario gastar más leña o gasoil.

  - La caldera vibra y hace mucho ruido en los arranques.

  - El tubo de la caldera suelta polvo o escamas negras pegajosas.

  - Hace tiempo que no se ha deshollinado profesionalmente.


¿Qué solemos encontrar dentro de las chimeneas?

Lo normal es hollín en polvo o en escamas, cenizas de incendios y bolas de creosota, que en muchisimos casos están en cantidades exageradas y a punto de prenderse fuego.

Tambien trozos del propio conducto desprendidos y atascados, tubos y codos sueltos, desenchufados, corroidos, quemados, fundidos, arrugados.

Nidos enteros o desgajados, pájaros muertos, restos de cables de antena y de tubos del aire acondicionado. Telarañas fantasmales, antiguas bolsas con trapos o papeles que evitaban la entrada de aire frio, juguetes de los niños, basuras de los albañiles, cadenas colgando... A veces, sólo mirando dentro, ya se ven "cosas".

¿Qué es deshollinar y cómo lo hacemos?

Deshollinar consiste en retirar el hollín que se acumula dentro de los tubos y conductos de una chimenea o caldera por los que sale el humo resultante de quemar combustibles como leña, pellet o gasoil.

El deshollinado lo realizamos desde dentro de la vivienda, sin subirnos al tejado, cepillando y rascando los tubos y conductos de abajo hacia arriba y recogiendo y aspirando los residuos que se van desprendiendo. Prácticamente no manchamos nada y normalmente no es necesario cubrir el mobiliario.

Durante la limpieza revisamos el buen estado de la chimenea, comprobando que todo está bien y no hay nada que impida el buen funcionamiento. Solemos así encontrar las causas de problemas presentes o futuros, como revocos, aumento de consumo o disminución del calor generado, hechos que el usuario nota pero no sabe si son normales ni tampoco cómo arreglarlos.

Por ejemplo, comprobamos que los ventiladores y turbinas encienden y apagan con normalidad, que los deflectores están en buen estado, que las juntas y cordones cerámicos están enteros, que las entradas de aire no tienen atascos, que los tubos, codos, collarines, etc. no tienen fugas ni corrosiones y que la puerta cierra bien. Tambien analizamos la calidad de la leña utilizada.

               

¿Es recomendable utilizar deshollinadores químicos?

Nosotros recomendamos su uso como producto de mantenimiento pero sólo después de que un profesional haya deshollinado y revisado el conducto para verificar que es seguro y nos recomiende productos adecuados y nos explique cómo utilizarlos. Una vez que sabemos que los podemos usar en nuestra chimenea debemos seguir cuidadosamente tanto los consejos del profesional como las instrucciones del producto.

Los deshollinadores químicos emiten gases tóxicos que actúan sobre el hollín y su uso puede ser una ayuda pero también puede crear problemas, sobre todo por no saber utilizarlos. Actualmente están disponibles para todo tipo de combustibles pero, por su especial peligrosidad, para el gasoil recomendamos abstenerse de usarlos y dejar que el servicio técnico autorizado se encargue del mantenimiento.

              


Cuando una chimenea revoca mucho humo y el usuario busca soluciones se debe recurrir al experto pero se da constantemente el caso de recurrir al deshollinador químico como solución inmediata, barata y definitiva creyendo que con echarlo dentro de la chimenea encendida es suficiente, lo cual habitualmente es un grave error: si el humo ya no sube bien por la chimenea, los gases químicos tóxicos tampoco lo harán... Y el causante del problema muchas veces no es el hollín, puede ser un nido o un problema estructural de la chimenea.

El hollín puede estar presente en distintos puntos del conducto y tener varios estados (polvo, escama, burbuja, creosota, ceniza de incendio...) y estos productos químicos ni sirven para todos los tipos de hollín ni los hacen desaparecer por arte de magia. Lo normal es que lo aflojen y desprendan de las paredes, lo que según sean las características de la chimenea puede tener dos efectos muy negativos: formar grandes depósitos que taponarán el conducto y harán que la chimenea funcione aun peor y revocar sus gases tóxicos al interior de la habitación poniendo en grave peligro la salud de las personas al dar lugar a intoxicaciones que precisarán atención médica urgente.

Puedes contactar en el teléfono 625.50.26.40 o enviar un correo a: sinhollin @ sinhollin.com



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